martes, 18 de noviembre de 2008

domingos al sol


Sentir la tibieza del sol de noviembre que va calentando el cuerpo, mientras tomas un buen vino, acompañado de una buena comida y una excelente compañia, charlando de forma distendida, hablando de lo humano y lo divino mientras el sol va cogiendo fuerza y sientes una gran placidez interior. No se puede estar mejor. Te abandonas a la charla, el vino hace su efecto...y acabas durmiendo plácidamente...
un domingo al sol...
(ojalá hubieran más días así)
.

4 comentarios:

Jordicine dijo...

Todos tendrían que ser así. Como el sol no hay nada. Un beso.

Roberto dijo...

Te leo desde un día de niebla...y siento nostalgia del sol y de un día azul! lo has descrito perfectamente...eso esa la felicidad!
ciao ...volveré

La Perra de Kenia dijo...

Hola guapa!
Un beso y una copita :)
Te veo feliz
La Perra

Danann dijo...

De eso se trata la vida La Perra, intentar serlo

un brindis pour vous et I.

:D