sábado, 24 de noviembre de 2012

y no quiso, pero la realidad le superó


Se alejaron dándose un abrazo inmenso de despedida...

Entonces, el dolor se apoderó de ella , su mundo cambió, esa persona se fue y ella comenzó a sentirse triste y enojada, a querer mandarlo todo al diablo, a querer matarlo todo y renacer de nuevo…

Tenia la absurda idea de que las relaciones intimas son uno de los pilares más importantes, pues en ellas sustentamos parte importante de la vida, ya que hacemos las cosas, no sólo para nosotros, sino también para esas personas con quienes compartimos gran parte de los momentos, experiencias, sueños, palabras; por eso cuando lo vio alejarse, por la razón que sea, sintió un duro golpe a su psique,y a su corazón. Aquello derivó en depresión, ansiedad....sensaciones que  impulsan a mandarlo todo al demonio.

Más de una vez había visto a gente que termina relaciones de pareja y para “sanarse” deciden mudarse a otro lugar, cambiar de número de teléfono (para que ya no me busque…sí, cómo no jaja), modificar su modo de vestir, cambiar sus actitudes, comenzar a beber, a hacer mucho ejercicio y tratar de superarse o cosas por el estilo.

Esto sucede así porque en cierta forma esa persona es, o al menos fue parte de tu vida, y ahora que se ha ido, quieres  destruirte, destruir esa  parte de ti misma, derrumbar el pasado que te forja para convertirte en lo que eres, quieres acabar con todo para tener una vida que no te recuerde esas chorradas de... “yo traía esa camisa la primera vez que lo vi” y el autocastigo, emocional e incluso a veces físico, se convierte en un medio de catarsis para desahogar el dolor.

Es normal pasar por esa etapa de duelo, aunque lo grave seria si ese estado emocional se convierte en una constante y te  hace  estancarte en esa escatológica realidad…se supone que esos sentimientos son un proceso para salir adelante, y no un pretexto para ser amargados y depresivos el resto de la vida...

...es cierto que uno debe dejar correr la tristeza, pero no hay porqué darle alojo en el corazón de forma indefinida. También es importante aprender a dejar ir, verlo como una experiencia de la vida que nos trajo emociones y anécdotas, así que no hay razones para guardar rencor...sólo es asimilar que la vida continúa y seguir adelante, aunque duela

...ella dejó correr sus lágrimas mientras encendía el ordenador...


(escrito desde hace mucho tiempo...lo encontré por casualidad entre mis notas del 2009)



2 comentarios:

Luis Antonio dijo...

Comparto la conclusión final de tu texto.
¿Cuánto tiempo sin saber de ti Danan?
Un abrazo

Luis Antonio dijo...

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